Los Lakers jugarán su tercera final en tres temporadas desde que Pau Gasol llegara al equipo gracias a un Kobe que volvió a exhibir el juego más parecido a Michael Jordan que nunca se ha visto y a un gran Ron Artest. Los Suns se fueron con honor y los Celtics ya esperan.
Los Lakers decidieron la serie en el sexto partido en el US Airways Center, un pabellón en el que habían caído estrepitosamente en las dos últimas ocasioens. Las razones fundamentales fueron tres: por fin supieron atacar la zona, circulando el balón, dividiendo cuando era necesario y metiendo balones dentro para que Gasol u Odom pudieran distribuir y hacer daño; la buena actuación de Ron Artest, descomunal en ataque en la primera mitad, anotando de todas partes; y el jugador más parecido a Michael Jordan que haya existiedo jamás: Kobe Bryant.La estrella de los Lakers ha jugado la mejor serie de playoff de su carrera y nos dejó detalles incontables, grandes canastas contra todo y contra todos en los momentos más difíciles, acciones que sólo podría firmar MJ23. Para cerrar el partido, una cesta pisando la línea de tres con Grant Hill defendiéndolo de una manera magnífica, una canasta que sacó el "¡oooooh!" del público rival, tan fastidiado por la derrota propia como por la magnificencia de lo que acababa de ver.
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